Expedición a la Zona Arqueológica Boca de Potrerillos (Diario 22/04/23)
12 km al noroeste de Mina, N.L., México
Equipo:
Arq. Sergio Romero de los Ríos
Lic. Génesis Benavides

Petroglifo en la zona de Promontorio, parece ilustrar astros.

En esta expedición al desierto de Mina visitamos Boca de Potrerillos, zona arqueológica de Petroglifos y Petrograbados en el noreste de México. Fue protegida por el INAH en el año 2001.
Previo a la fecha, hice investigación de la zona en diversas fuentes de internet y la compilación de estudios arqueológicos "Arte Rupestre del Noreste" por William Breen Murray; en especial el capítulo "Arte Rupestre y Medio Ambiente en Boca de Potrerillos, Nuevo León, México" (Consultar bibliografía al pie de página).​​​​​​​
¿Conteo?
¿Conteo?
X
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¿Medio círculo?
¿Medio círculo?
Ondulaciones, ¿montañas?
Ondulaciones, ¿montañas?
Promontorio
Promontorio
 --- 22 de abril de 2023 ---
2 pm .- Salida del Centro de Monterrey hacia el sitio por la Carr. Monterrey - Nuevo Laredo, Perif. de Monterrey, y Carr. Monterrey - Monclova.
4 pm .- Parada en El Carmen, N.L. para visita a la Iglesia Abandonada, coloquialmente conocida como la "Iglesia del Suicida".
5 pm .- Llegada al entronque en el km 45 de la Carr. Monterrey - Monclova con el camino a la Zona Arqueológica Boca de Potrerillos, a partir de aquí son 5 km hacia el sitio.
     - Encontramos el museo de la zona arqueológica cerrado, lo cual limita el acceso a las áreas más importantes del polígono de protección: la ladera Norte y el Promontorio.
      - Continuamos el camino por el desierto de Icamole para llegar al ejido de La Azufrosa, Coahuila.
6 pm .- Llegada a la zona de campamento en La Azufrosa, Coah.
7pm .- Las tiendas ya están armadas, procedemos a la observación astronómica.
 --- 23 de abril de 2023 ---
8 am .- Desayuno en la Azufrosa, Coah., y desmontaje del campamento.
12 pm .- Llegada al sitio.
     - El Museo estaba abierto, me cobraron $50 MXN por el uso de mi cámara digital y el acceso fue gratis por ser mexicano. La arqueóloga del sitio nos recibió para darnos un recorrido de la colección en el museo y una introducción a la vereda para hacer la visita por nuestra propia cuenta. Génesis convivió un poco con dos perros que la arqueóloga había adoptado unos días antes, después de que sus antiguos dueños los abandonaran en el sitio.
Realizamos el recorrido bajo el intenso sol del desierto de Mina a pleno mediodía, mi recomendación es llegar más temprano (9-10 AM) con bloqueador solar, lentes de sol, un buen sombrero, y sobre todo AGUA. 
Saliendo por la vereda principal se encuentran estacas de madera que numeran los caminos para subir la cresta Norte y observar de cerca los Petrograbados. Nos encontramos con algunos de los ejemplares que se muestran en el libro de Murray, aunque el sitio contiene tantos que hasta la fecha no se han terminado de documentar. Las figuras que observamos incluyen círculos, círculos concéntricos, patrones que asemejan constelaciones, cuernos de venado, series de pequeñas muescas puntuales que parecen corresponder a calendarios, y cruces de diferentes formas. 
Me sorprendió ver en el recorrido evidencia de petrograbados de origen muy reciente, había incluso grabados contemporáneos de parejas como los que uno se encontraría en la vereda de concreto en un parque público, formado por las siglas de los nombres y el año en el que lo hicieron. El ejemplo que vi databa de 1975, antes de que la zona arqueológica fuera protegida por el INAH.
A solo una hora de la ciudad de Monterrey se encuentra Boca de Potrerillos, un tesoro arqueológico protegido por el INAH. Aquí se encuentran cientos de enormes piedras grabadas a mano con dibujos astronómicos y naturales que reflejan la maravilla con la que nuestros antepasados nómadas miraban al cielo.
La geografía aquí es hermosa, un pequeño valle rodeado de majestuosas sierras crea un espacio casi sagrado que llamamos Promontorio, aquí se cree que se llevaban a cabo celebraciones especiales relacionadas a la astronomía, pues tiene una vista directa a la salida del sol sobre las montañas lejanas.
Y, ¿por qué se llama Boca de Potrerillos? El nombre proviene de las montañas que rodean este lugar, pequeñas mesetas largas que se alzan de un extremo.
Me puedo imaginar a las personas que estaban aquí hace miles de años mientras caminaban entre las mesetas, observaban las estrellas y conversaban sobre su belleza y los mitos que probablemente las rodeaban, de los cuales no sabemos nada.
Boca de Potrerillos fue un centro de encuentro y sabiduría, donde la astronomía se celebraba y admiraba; el testimonio silencioso de las vidas de nuestros antepasados que nos invita a reflexionar sobre nuestras propias conexiones con la naturaleza y la sabiduría del pasado.
La Tierra alberga lugares llenos de enigmas y tesoros ocultos, esperando ser descubiertos por aquellos dispuestos a buscar.
BIBLIOGRAFÍA
- Murray, W.B. (2007) Arte Rupestre del Noreste
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